Las plantillas de gel tienen una vida útil mucho más corta que la que ofrecen los nuevos materiales que son tecnológicamente más avanzados como los de las plantillas ortopédicas personalizadas. Dependiendo del uso y la calidad del material, una plantilla de gel puede durar entre varios meses, mientras la vida útil de una plantilla ortopédica personalizada es de aproximadamente 1 año.
Adicionalmente, las plantillas ortopédicas debido a que se personalizan de acuerdo al pie de cada paciente, se fabrican con materiales de diferente grado de dureza para, por ejemplo, darle al pie del deportista mayor estabilidad y soporte, y por el contrario, proveerle al delicado pie diabético, una plantilla suave que corrija, pero no lastime.